Daniel Gilli - El tirador de felicidad

Su historia

Isabel Allende expresó: “la muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo”. Estas palabras parecieran dedicadas a Daniel, el vecino que Freyre se rehúsa a olvidar

El Tiro deportivo es un deporte que implica poner a prueba precisión y concentración en el manejo de dicha arma. La práctica de este deporte requiere formación y disciplina. Por eso nuestro reconocimiento a un hombre destacado, disciplinado, correcto en todas sus formas, nuestro homenaje y recuerdo a nuestro querido Daniel Gilli.

Daniel Alberto Gilli nació en Freyre, el 19 de agosto de 1956. Comenzó sus estudios secundarios y abandona en 3° año para insertarse en el mundo del trabajo. Su primer empleo fue en una panadería local donde trabajó dos años. Es aquí donde opta por terminar sus estudios y retomar el 4° y 5° año de la secundaria. A los 17 años ya desarrollaba como hobbie la caza, actividad que descubre de la mano de su padre.

Una vez concluido el secundario decide orientarse por el área de la salud para su formación profesional. Es por ello que se traslada a la ciudad de Rosario para comenzar en la Universidad Nacional de esta ciudad, la carrera de Farmacia. No fue fácil su estadía en la ciudad; sus padres hicieron grandes esfuerzos para poder apoyarlo y ayudarlo a concretar su anhelo: obtener su título de grado. Por entonces, la comunicación era escasa; el medio más utilizado era la carta manuscrita. Pero nada le impidió llegar a su meta porque era consciente que los retos hacen que la vida sea interesante y superarlos le da sentido a la existencia.

Ya recibido regresa a nuestra localidad y desarrolla su profesión trabajando en una farmacia de la ciudad de Suardi. Es este momento, cuando decidió iniciarse como tirador. Lo hizo puntualmente en el Club de Cazadores de Freyre, integrando la comisión del mismo. Al cabo de unos años se instaló en nuestro querido Freyre y concretó el sueño de tener su propia farmacia. Aquí se casó y tuvo, junto a Clara, su esposa, tres hijos: Nicolás, Ornella y Santiago.

Era tanto el amor que sentía por este deporte que lo llevó a dedicarle gran parte de su vida; cada torneo, cada tarde en su querido club, cada evento o reunión con la comisión, era un disfrute que se percibía a simple vista. Tal fue su pasión por el tiro que lo transmitió a sus hijos varones, de los cuales Nicolás logró participar de varios torneos.

Concretó numerosos triunfos en torneos zonales, provinciales y nacionales. En el año 2000 participó del Mundial de Tiro desarrollado en la ciudad de Valencia, España. Portó con orgullo los colores de nuestra localidad, llevando en el corazón a su familia, y en el alma a su club.

Nos representó mundialmente junto a un grupo de tiradores de la zona, llenándose de momentos y experiencias que lo hicieron crecer como profesional de este deporte. En 2003 obtuvo la copa Challenger en un torneo provincial que se disputó en la ciudad de San Francisco. Fue premiado como deportista del año en la ciudad de Suardi y nominado en varias oportunidades para los premios Sport 6 de nuestra localidad, al igual que en la localidad de Porteña. En 2005 por cuestiones del destino fallece. Y aunque significó una gran pérdida; sigue estando de una u otra manera presente, para su familia, para sus amigos, para su club. Es por ello que una de las pedanas del Club de Cazadores de Freyre lleva su nombre al igual que la Copa Challenger, que se disputa en nuestra localidad a modo de homenaje.

Daniel, Freyre hoy te rinde este humilde homenaje porque representaste con responsabilidad nuestra bandera. Estamos seguros que estas líneas no serán botellas al mar. Tenemos la plena convicción que donde estás, leerás estas precarias pero sentidas palabras con tus mejores armas en las manos: gratitud, amor y pasión.

Orgullosos están tus hijos, esposa, padres y tu pueblo, del camino que has recorrido y de lo que has sembrado. Si todavía escuchamos tu voz y tu historia es porque seguís vivo en cada uno de nosotros. Algunas personas jamás nos dejan, nunca se van por completo. Aunque ya no estén físicamente, su luz sigue brillando, su voz sigue siendo esa melodía maravillosa que jamás nos cansamos de escuchar. Recordamos tu carrera deportiva pero también honramos tu persona.

¡Hasta pronto querido y eterno Daniel Gilli!
Muchas gracias a tú familia por permitirnos rendirte este humilde reconocimiento.

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