Oscar "Cachito" Ferrero - "Vuelos de libertad"

Su historia

Nació el 14 de mayo del año 1960. Es hijo de Enrique y Catalina. Desde que parpadeó por vez primera, sintió un profundo interés por el cielo. Cuando dio sus primeros pasos, ya soñaba con los aviones. Y desde este momento, se propuso hacer realidad ese deseo que lo desvelaba. Se interesó rápidamente por revistas y noticias concernientes a lo aeroespacial, y a los quince años, emprendió este lindo deporte como un hobby. Nunca se quedó sentado esperando que los aviones vinieran por él, pero lo que aún no sabía, es que ese vínculo lo acompañaría toda la vida y le brindaría vastas satisfacciones. En la altura, hallaba importantes dosis de libertad y paz, y esto le permitió experimentar los sentimientos más puros.

Comenzó haciendo la categoría “U control” –son modelos que vuelan con motor a nafta y con dos líneas de acero tomadas de la mano–, hasta que se pasó a “Radio control”, en el año 1980. En ese momento compró su primera radio AM, con la que aprendió a conocer este apasionante deporte, aunque no pudo aprender a volar porque no había nadie que le enseñara.

Después de varios años, y de romper unos cuantos modelos, se comunicó con personas del AeroClub San Francisco, puntualmente, con Oscar Bertea, quién lo ayudó a dar sus primeros pasos en el año 1990, con un motovelero a nafta. Y así fue como comenzó a participar de las primeras competencias a nivel local y zonal, y en 1997 compitió por primera vez a nivel provincial. En 1998, participó de un torneo nacional y en 1999 y 2000, obtuvo grandes logros en torneos nacionales, en el Campeonato Centro de la República Argentina.

Desde 2008 hasta la actualidad participa en la categoría FAI (Federación Aeronáutica Internacional) que se llama F5J planeadores eléctricos, a través del cual logró participar de un campeonato mundial en 2012, en Eslovaquia. ¡Sí, leyó bien! Así como los hermanos Wright hicieron volar el primer avión del mundo en 1903, “Cachito” –un ciudadano de una pequeña localidad del sur de América– hizo volar aviones en un mundial celebrado en Eslovaquia. Aquel viejo sueño recurrente que visitaba su mente y su corazón todos los días durante su infancia, se materializó sobremanera, fruto de su constancia, su coraje y su incansable trabajo.

Una de las anécdotas que más recuerda, es que cada vez que participaba de algún campeonato, su mamá “Lita”, atinaba sólo a preguntarle si había roto el avión, porque según “Cachito”, ella se había acostumbrado a vivenciar esas situaciones en cada evento. Debió afrontar incontables adversidades que tuvo que sortear de la mejor manera que pudo. Las angustias por los aviones que se rompían o se perdían en el horizonte le generaban estrés e impotencia. Pero estos son los efectos colaterales de este oficio. “Cachito” siempre supo que esto era parte del aprendizaje, y fue esta actitud de vida, la que le sirvió para ocupar el podio de este deporte inteligente.

Cuando voló en Córdoba por primera vez, hasta el cronometrista se dio cuenta –al percibir sus nervios – de la tensión que sentía en ese momento. La antena de la radio temblaba al ritmo que latía su corazón. Su voz entrecortada delataba un centenar de sentimientos recorriendo su cuerpo…

Con mucha emoción recuerda cada detalle del campeonato nacional en el que ganó. Este suceso fue clave en su carrera; marcó un antes y un después.

Hubo momentos en los que sintió impotencia por no poder comandar algunos modelos como deseaba, y otros en los que pasó meses preparando un avión que se destruyó en el primer vuelo. Pero nunca perdió su optimismo y los deseos de superación. Para “Cachito”, sólo está derrotado aquel que deja de soñar. Nunca permitió que los miedos le robaran sus sueños. En la actualidad, con el avance de la tecnología, estos inconvenientes se solucionaron. Hoy se puede diseñar y probar un modelo desde una computadora. Esto permite tener una noción del rendimiento del modelo y la certeza de que sus partes encajarán perfectamente.

Hoy por hoy, en Freyre, hay un grupo de alumnos que ya vuelan solos y compiten con Oscar en un torneo zonal que se llama F5J Región Centro, en el que participan pilotos de Ceres, Morteros, Sunchales, Angélica, Paraná, San Francisco, Rafaela y Freyre.

Gracias “CACHITO” por abrir un nuevo camino en el mundo del deporte local y por permitirnos conocer muchos detalles de esta apasionante práctica aérea. Tu legado es una ventana de aire fresco para los freyrenses y ya tiene un merecido lugar en el Museo Virtual del Deporte de Freyre. Sin dudas, tu experiencia servirá de inspiración para diversas generaciones.

Es nuestro deseo que tu historia se replique en muchas otras personas de nuestra localidad. ¡Felicitaciones!

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