Su historia
Observar la vida deportiva de Luis Maletto en perspectiva, produce vértigo, por la presencia constante de velocidad en todo el camino. Es posible advertir que este freyrense destacado, fue en busca de sus sueños desde muy pequeño –y un arquitecto inspirado de su destino–. Esto lo transportó a importantes podios deportivos. Ampliemos y transitemos juntos por su frondosa historia. Luis Alberto Bernardito Maletto nació el 7 de mayo de 1959. Su madre, Julia Fortunata Pignatta, lo recibió, le dio cobijo en sus brazos para cargarlo de energía y vitalidad, tan necesaria para lo que luego lograría ser. Su padre, Luis Teodoro Maletto fue el pilar fundamental donde Luis (junior) se apoyaría para sentirse pleno luego de corretear por el patio y demostrarles a todos lo ligero que era. Rápido como un rayo, sorteaba las ramas que se cruzaban por su camino, como un avión a punto de emprender vuelo.
Luis padre, se ocupó de que el lugar de entrenamiento de su hijo fuera adecuado, lo más similar a una pista con vallas. Este fue el punto de partida de este hijo de Freyre, que luego conquistaría pistas de atletismo regionales, provinciales, nacionales e internacionales, llevando bien alto el nombre de Freyre, y logrando la admiración del público que lo vería exhibir sus destrezas deportivas.
En sus inicios, Luis, necesitaba impulso emocional, ese combustible tan importante que requieren los campeones para trascender y alcanzar una por una sus metas. En este terreno, el acompañamiento de sus familiares fue fundamental, y a esto se le sumó la exquisita preparación física y los consejos y aliento que le brindó el profesor Jorge Alberto Giacomino, a quien Luis reconoce como su mentor y su guía.
En 1973, Luis Maletto, disputó su primera carrera de 100 metros llanos con vallas en la localidad de Las Varillas, llegando en el segundo lugar, pero clasificándose al Campeonato Provincial. Desde entonces, obtuvo siempre el primer puesto en todos los torneos nacionales de esa categoría, obteniendo además dos récords: 120 metros vallas y 300 metros vallas. La velocidad combinada con salto, es una habilidad que pocas personas logran. Más allá de las capacidades innatas que una persona puede poseer, la constancia, la disciplina y la apertura mental para incorporar nuevas técnicas que posibiliten potenciar la performance deportiva, son claves en la vida de un atleta.
En Córdoba, Luis obtuvo el título de campeón provincial en el torneo del Colegio Lasalle de la Ciudad de Córdoba. Luego, gracias a sus potentes piernas y su poder supremo de concentración, conquistó el título de Campeón Nacional en la categoría “Menores” del Liceo General San Martín de Santa Fe. Más tarde fue campeón provincial en 80 metros con vallas en la ciudad de Río Tercero.
En 1974, el “Rayo de Freyre”, se consagró triple campeón provincial en la localidad de Adelia María al clasificarse primero en 110 metros vallas, salto triple y salto en largo. Ese año participó también en el campeonato zonal disputado en San Francisco y luego en el campeonato provincial de Santa Rosa de Calamuchita logrando el primer puesto. Posteriormente, Luis, alias “velocidad personificada”, se coronó campeón argentino en 110 metros vallas, con un tiempo de 15”5/10.
En 1975, en el Club Tiro y Gimnasia de Rosario, se realizó el primer preselectivo para el sudamericano en Quito- Ecuador, obteniendo el primer puesto en 110 metros vallas, el segundo puesto en salto en largo, el segundo puesto en 300 metros vallas y el tercer puesto en salto triple.
En Concepción del Uruguay tuvo lugar la selección para el sudamericano logrando obtener los primeros puestos en 110 metros vallas, 300 metros vallas y salto en largo. Desde entonces y hasta viajar a Ecuador para competir, participó en otras competencias logrando ser cuádruple campeón provincial y marcar el récord argentino de 41”9/10 en 300 metros vallas. Luis rompió records en el territorio nacional y trascendió las fronteras argentinas, exportando su talento, en tiempos en los que pocos deportistas viajaban al exterior. En noviembre de 1975 tuvo su carrera más especial. Con sólo 16 años, subió al avión que lo trasladó a Quito. Este viaje, Luis lo vivió como un vuelo hacia su máximo sueño. Ya en la pista ecuatoriana, con sus piernas y su mente sincronizadas en potencia y optimismo en estado máximo, Luis sorprendió a todos los presentes con su performance deportiva y sus huellas quedaron para siempre en esa pista que jamás olvidará sus pisadas. Este gran atleta del interior del interior de la Argentina, en este evento deportivo internacional, obtuvo el cuarto puesto en 300 metros vallas, el sexto puesto en salto triple y el segundo puesto en 110 metros con vallas con un tiempo de 14”8/10, siendo superado únicamente por el campeón del sudamericano, que hizo un tiempo de 14”7/10.
La vida deportiva de este freyrense es digna de aplaudir. Pero esto es tan sólo una de sus facetas. Luis también corrió en la universidad, por los pasillos de la facultad de medicina y se graduó de médico. Al estilo del Dr. Carlos Salvador Bilardo, combinó a la perfección medicina y deporte. Sus pacientes y todo tipo de deportes constituyen su fuente de felicidad, junto con su familia (la carrera ganada que más satisfacción le dio).
Despúes de los eventos y tiempos exhibidos, es inocultable que Luis es un campeón con todas las letras, una persona con sueños grandes que pudo cumplirlos de a poco y con mucho esmero. En la actualidad, sigue alcanzando metas, fuera de las pistas, acompañado por sus mejores medallas: su esposa Bibiana Beatriz Tolosa, sus hijos Alejandro, Andrés, Luisina y Agustín, y su nieto Tomás.