Su historia
El ciclismo es uno de los deportes que engloba diversas actividades y en el que la bicicleta es la auténtica protagonista. La historia del ciclismo la conocemos a partir de los primeros velocípedos, pero su desarrollo como tal, se produjo a finales del siglo XVIII. El ciclista va en silencio como en sueños, pero transita bien despierto y atento. Va liviano, transita libre. Su techo es el cielo. Va sin puertas a los costados, y sin vidrios que levantar. Huele, escucha, respira profundo, gira, esquiva, se mueve, atraviesa la lluvia, mide y frena el horizonte. Se para airoso en el aire, camina sobre sus pedales. Lleva el motor en su espalda y el corazón en sus piernas bombea combustible de sus venas, siempre en silencio pero más vivo que nunca.
Y si hablamos de alguien que tiene el corazón en sus piernas y ese motor incansable en su cuerpo, lo asociamos inmediatamente con la freyrense Paula Vilosio. Paula, hija de Alberto Vilosio y Fabiana Peretti, nació el 4 de octubre del año 2000. Se inició en el ciclismo a los cuatro años de edad, por iniciativa y total apoyo de su abuelo Alcides, un apasionado de este deporte. La bicicleta fue el combustible que potenció el vínculo mágico entre dos generaciones. Fue la excusa para compartir momentos, experiencias, consejos repletos de sabidurías y valores. Fue lo que posibilitó educar a Paula desde las emociones, desde la experiencia y desde una serena complicidad. Abuelo y nieta son pareja de juego, confidentes y consejeros recíprocos. Todo este mundo de afecto es lo que la bicicleta le permitió recorrer a Paula.
Muchos personajes célebres han hablado sobre la bicicleta, ese vehículo de dos ruedas de propulsión humana que nació como un juguete de niños ricos en plena revolución francesa. Sin ir más lejos, el epitafio de Jim Morrison, “Llegaré al mar en bicicleta”, es la metáfora de la posibilidad, del viaje, una poética de la movilidad. Como los poetas, los ciclistas también son observadores agudos del entorno. Ese vehículo de dos ruedas es un tablero, una esfera, una forma de organización horizontal, un sistema de correspondencias, un grito placentero de libertad. El pensar de un ciclista es pedalear y su pasar es “pedale-arte”, porque la bicicleta es un proceso magnético que logra que quienes comienzan a rodar en dos ruedas, se vayan enamorando paulatinamente del viaje, de los paisajes de amistad y de los valores que componen este deporte. Como bien dice Beatríz Vanegas Athías, “la bicicleta era un acto de gratitud que los Dioses tuvieron ante nuestra triste incapacidad de volar.
Esta joven deportista de Freyre, comenzó participando en carreras callejeras recreativas, posteriormente transitó por el Mountain Bike y el Rural Bike. Actualmente desempeña la disciplina en ruta y pista. Su primera carrera fue en la plaza de la localidad de Devoto. Lo hizo con la bicicleta que más ama, la bici de paseo que usaba para jugar en la vereda cuando era niña, la que atesora sus mejores recuerdos. Participó en categorías infantiles, en forma recreativa, tanto en circuitos como en Mountain Bike, hasta que al cumplir catorce años, se incorporó a la escuela de ciclismo del Club Ciclista de Rafaela.
Después de competir en infinidad de carreras, llegó la participación en los Campeonatos Argentinos, tanto de “Pista” como de “Ruta”, integrando el equipo de la Provincia de Córdoba. En Ruta, lo hizo en los eventos deportivos que se desarrollaron en Santiago del Estero, San Luis (en dos ocasiones); Chilecito, San Juan y Córdoba. Y en Pista, estuvo presente en los velódromos de Mar del Plata (en tres oportunidades) y San Luis (dos veces). Su logro más importante fue consagrarse subcampeona argentina, ganando la medalla de plata en el año 2014, representando a la Asociación del Centro Oeste Santafesino (ACCOS). Esto le permitió, al año siguiente, ser convocada para integrar la Selección Argentina Juvenil, que concentró y entrenó en el prestigioso predio del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), en Ezeiza. En el año 2016, Paula ganó el certamen "CÓRDOBA JUEGA", lo que le posibilitó representar a la provincia mediterránea en los Juegos Evita. También participó en el Mountain Bike, ganando en el año 2013 el Campeonato Regional "DOS PROVINCIAS" y además fue Campeona Santafesina de Rural Bike 2013; 2014 y 2015. Actualmente está dedicada de lleno al ciclismo de pista y ruta, integrando el equipo "Capella Competición" de la ciudad de Rafaela. Sin dudas, Paula, en su extenso viaje por el sendero del deporte, se encontró cara a cara con diversas situaciones y estados de ánimo, porque la bici y las emociones del sujeto que pedalea, siempre transitan juntos. Van de la mano. En este sentido, Arthur Conan Doyle, que solía pasear en su bicicleta, escribió con precisión inmejorable: "Cuando el día se vuelva oscuro, cuando el trabajo parezca monótono, cuando resulte difícil conservar la esperanza, simplemente sube a una bicicleta y da un paseo por la carretera sin pensar en nada más".
No todo en la vida deportiva de Paula fueron triunfos. Al igual que todo deportista también vivenció adversidades. La derrota más dolorosa que su corazón recuerda, fue haber perdido la medalla de bronce en el Campeonato Argentino Junior (2017), en la especialidad “Velocidad por equipos” u “Olímpica” ya que el tiempo del equipo que se logró el tercer puesto fue de 43s 245 milésimas, mientras que el tiempo Paula y compañía fue de 43s 795. Más allá de esta frustración momentánea, supo comprender que este dolor sería algo temporal que pronto se convertiría en otro importante proceso de aprendizaje deportivo y personal. También su intuición le indicaba que vertiginosamente otra meta reemplazaría ese sabor amargo. Paula posee una poderosa voz interior que exclama todos los días que lo importante es no rendirse, ya que claudicar ante un tropiezo, puede convertirse en una frustración que puede durar para toda la vida. Su fuerte convicción fue lo que la impulsó a seguir pedaleando por la vida y por el deporte, a sabiendas de que una persona aprende y crece mucho más por las derrotas que por las grandes victorias.
Sus padres son muy importantes en su vida; son quienes la llevan a competencias y entrenamientos. También su abuelo paterno –que fue la que la inicio en este deporte–. Sus entrenadores y compañeros de entrenamientos son su sostén cotidiano; son los que comparten sus logros y adversidades a diario. Ella lleva grabado en su corazón todos los nombres de quienes le han dado luz en sus momentos más oscuros. Recuerda sin margen de error, a las personas que le dieron contención y esperanza en sus peores momentos, aquellos que fomentaron su coraje toda vez que el miedo la acechaba.
Paula, es una ferviente admiradora de la forma de correr en contrarreloj, de Tom Dumoulin (holandés, actual campeón del mundo en la especialidad “Ruta”) y pondera el esfuerzo y la entrega de Alberto Contador (rutero español).
Paula Vilosio, valiosa deportista de Freyre, afirma que lo más importante en la vida del deportista es la constancia, el esfuerzo y la dedicación. Expresa que a veces es necesario dejar cosas de lado por el deporte y que estas decisiones son fundamentales para lograr los objetivos que uno se fija.
El reconocimiento de Freyre hacia Paula es constante. Todos valoran su empeño. El pensador Nicolás Maquiavelo, le asignaba 50% de importancia a la virtud del Príncipe y 50% a la fortuna (entendida como suerte). Sobran evidencias que demuestran que a Paula le sobra constancia, capacidad y disciplina. Y mientras nosotros seguimos analizando conceptos, ella sigue entrenando y conquistando sueños. A esta altura, no quepan dudas que los alcanzará a todos.